"Las emociones y el aprendizaje en los adolescentes: Un vínculo fundamental"

Psic. Rosario Esparza Lucero

1/26/20252 min read

La adolescencia es una etapa de cambios significativos en la vida de los jóvenes. En este período, los adolescentes experimentan un crecimiento físico, emocional y cognitivo acelerado. Sin embargo, a menudo se pasa por alto la importancia de las emociones en el proceso de aprendizaje. En este artículo, exploraremos el vínculo entre las emociones y el aprendizaje en los adolescentes y cómo podemos apoyar su desarrollo emocional y académico.

¿Cómo influyen las emociones en el aprendizaje?

Las emociones pueden influir en el aprendizaje de varias maneras: 

Las emociones negativas pueden afectar la capacidad de los adolescentes para prestar atención y concentrarse en las tareas académicas, pueden influir en la capacidad de los adolescentes para recordar y retener información, así como afectar la autoestima y la confianza en su capacidad para aprender y alcanzar sus objetivos.

Las emociones positivas pueden motivar a los adolescentes a aprender y a participar en sus tareas escolares, por lo que, generar emociones que son beneficiosas para su aprendizaje, serán esenciales para su desarrollo integral saludable.

¿Cómo apoyar el desarrollo emocional y académico de los adolescentes?

Para apoyar el desarrollo emocional y académico de los adolescentes, podemos:

Proporcionar un entorno de aprendizaje seguro y de apoyo puede ayudar a los adolescentes a sentirse más cómodos y motivados para aprender.

Enseñar a los adolescentes a reconocer y regular sus emociones puede ayudarlos a manejar el estrés y la ansiedad y a mejorar su capacidad para aprender.

Proporcionar oportunidades para la práctica y la retroalimentación puede ayudar a los adolescentes a desarrollar su confianza y su capacidad para aprender.

Fomentar la comunicación y la colaboración entre los adolescentes y los educadores puede ayudar a crear un entorno de aprendizaje más positivo y apoyo.

Las emociones juegan un papel fundamental en el proceso de aprendizaje. Cuando los adolescentes experimentan emociones positivas, como la curiosidad, la motivación y la satisfacción, están más dispuestos a aprender y a participar en actividades académicas. Por otro lado, las emociones negativas, como la ansiedad, la frustración y la tristeza, pueden obstaculizar el aprendizaje y afectar la autoestima del estudiante. Anzelin y Marín (2020), determinaron que las emociones positivas tales como la alegría favorecen el aprendizaje, mientras que las negativas pueden obstaculizar los procesos de enseñanza. Por lo que las emociones son vitales en el aprendizaje y conocer cómo se manejan y los beneficios que tienen en cuanto a dicho proceso es fundamental para iniciar y mejorar el rendimiento académico de los alumnos.

Autora: Psic. Rosario Esparza Lucero